Hace un par de meses tome una decisión que me ha traído grandes sorpresas, en un principio tenia miedo de aceptar el reto de este ministerio, en mi mente pensaba que tal vez solo duraría una semana, un mes, pero por la gracia de Dios ya llevo mas de medio año en una casa hogar aprendiendo cada día de los niños que están aquí.
Una de las cosas que mas he disfrutado son los pequeños detalles de amor que muestran, como por ejemplo: las flores que cortan para mi, los abrazos que me dan para sorprenderme y aun sobre todo agradezco al Señor la oportunidad que me da de servirle y enseñar a esos pequeños a amarle, y oro para que ellos puedan hacer una decisión por Cristo.
Cuando acepté el reto muchas veces escuche "Es muy peligroso" "¿No creo que vayas a durar?" "Ese no es un ministerio", etc.... y aun en medio de todos esos comentarios tuve y tengo paz que había tomado la decisión correcta.
He dejado amistades, familia, confort, pero tengo el privilegio de servir a mi Salvador y saber que el siempre sera fiel y me anima a seguir adelante...